La cultura y el revolver.

“Cuando escucho la palabra CULTURA saco el REVOLVER” GOERING; Uno y el universo, Ernesto Sábato.

[ADVERTENCIA: tomese los chistes y el siguiente texto con un buen vaso de humor o perecera en el intento por leerlo]

Lo que propone aquí Sábato es que si bien se le pueden objetar muchas cosas a este aforismo, no es y nunca va a ser peor que la aniquilación de la cultura por otra cultura. Es sabido por todos (es decir todas aquellas personas con dos dedos de frente, no floggers, y que no hayan sufrido un lavaje cerebral por el P.O.) que una de las principales medidas de una dictadura o régimen totalitario, es disminuir la libertad de expresión, la participación en masa, en resumen, la cultura. Sin embargo este tipo de destrucción no es mas efectivo que aquel quebrantamiento por intromisión de otra cultura o por la globalización de la propia. Por esto Goering se manifiesta en contra de otras culturas, en un intento desesperado y vano por resucitar del coma alcohólico a Pity Álvarez … digo a la cultura nacional.
Para el alivio de todos los comunistas/humanistas que estén leyendo este articulo y crean que soy un antisemita, déjenme decirles que no estoy hablando simplemente de la inmigración ni de las ganas que tengo de prenderles fuego los supermercados a esos chinos hijos de…ejem…cof cof digo que esto se trata de un proceso intrasubjetivo que nos afecta a todos y que no es cuestión de resolver dicho altercado con políticas nacionalistas o racistas, es una concepción mundial imposible de detener. No estoy expresando tampoco que esta situación sea un germen maligno ni mucho menos, solamente trato de ponerme en el rol de un sociólogo barato y con hambre (como todos aquellos egresados de la UBA) que pone en palabras lo que sucede a su alrededor. Entonces seguramente te estés preguntando: “si no es antisemita y no cree que sea mala la mega- cultura… ¿que joraca esta pensando este nabo?” Y lo que es aun más importante: “¿Para q mierda estoy perdiendo tiempo leyendo esto?”
Lo importante aquí es que la frase me hace pensar en la intromisión de otras culturas dentro de la nacional propia, la cual hoy en día, se distingue muy levemente ( por mas que el sentido común piense lo contrario) por encima de ese bendito tango, ese exquisito dulce de leche y ese inútil de Maradona, se yergue un tipo de cultura general, casi intrasubjetiva (objetiva para distintos sujetos) dentro de cada sociedad. “nuestra cultura” según se afirma comúnmente, no existe, no la posee un grupo determinado de personas con características afines, con rasgos propios, con iconos y valores compartidos, con un sentimiento terrenal patriótico. La cultura por mayores medidas que pretendan resguardarla ya no puede ser adherida a un individuo particular y mucho menos a un grupo étnico.
La cultura pertenece a todos, y a la vez no es de nadie; cada tanto nos toca como una gota de llovizna, o como el padre Grassi a un nene desamparado, pero no podemos decir que nos acompaña en todo momento.